Cómo evitar el parpadeo de las lámparas LED

Cuando hablamos acerca de los beneficios de la iluminación LED solemos referirnos a cifras objetivas tales como las horas de la vida útil, la potencia o el ahorro económico. Esta vez vamos a hablaros de algo más subjetivo pero igualmente importante: el parpadeo de las luces y su influencia en la salud.

A diferencia de lo que ocurre con la luz solar, todas las fuentes de luz artificial presentan un parpadeo debido a la propia electricidad que las alimenta. Todo estudiante ha sido víctima de algún tubo fluorescente defectuoso que daba una iluminación estroboscópica al aula, creando una sensación extraña en los movimientos y dificultando la concentración. Efectivamente, los parpadeos en la luz, aunque a simple vista sean imperceptibles, pueden causar molestias en la lectura, problemas de atención e incluso jaquecas y otros síntomas de malestar, además de, en ocasiones, interferir con las fotografías.

Como toda fuente de iluminación artificial, las bombillas LED están sujetas a la posibilidad de parpadear, y en este caso hay que tener en cuenta dos factores: la calidad de la construcción y la posibilidad de regular la luz de la bombilla (bombillas dimables). 

• Ningún LED no regulable debería presentar problemas de parpadeo salvo que su calidad sea deficiente. Por lo tanto, toda bombilla debe adquirirse siempre de la mejor calidad posible. Una mala bombilla no sólo es más frágil y proporciona una iluminación peor, sino que puede parpadear visiblemente y causar molestias. 

• Dentro de los LED regulables, hay que tener en cuenta las prestaciones de la instalación eléctrica. Si el regulador es actual y específico para tecnología LED, no debería haber problemas; sin embargo, no se debe recurrir a reguladores de luz anticuados y preparados para luz tradicional. Dado que la luz LED funciona de forma diferente a la luz incandescente, un regulador no específico puede causar varios problemas, y entre ellos el más frecuente es un molesto parpadeo. Por lo tanto, se recomienda utilizar siempre reguladores específicamente adaptados para la tecnología LED.

Si pretende iluminar zonas de uso intensivo como aulas, biblioteca, salones, rincones de lectura u hospitales, recuerde que la iluminación de calidad no sólo aporta una cuestión de una luz más bonita o un producto más duradero, sino que el propio bienestar depende de ella.